Aproximación a la serie fotográfica “Unheard Voices” de Sylvia De la Jara

“Somos un instrumento dotado de muchas cuerdas, pero generalmente, nos morimos sin que hayan sido pulsadas todas. Así, nunca sabremos qué música era la que guardábamos. Nos faltó el amor, la amistad, el viaje, el libro, la ciudad capaz de hacer vibrar la polifonía en nosotros oculta. Dimos siempre la misma nota”.  

Julio Ramón Ribeyro, Prosas Apátridas

La serie “Unheard Voices” de la artista Sylvia De la Jara nos  invita no solo a mirar lo silenciado, si no lo invisibilizado. Encuentro en cada foto un reclaim a nuestros sentidos, una invitación a recrear nuestra capacidad de subjetivar al otro.

El acercamiento a cada persona fotografiada nos conduce a otra dimensión apoyada en la estética, en la iluminación, en el nuevo movimiento que brinda y transforma una persona supuestamente conocida en un ser “re” conocido.

La polifonía de su enfoque nos envuelve y nos devuelve a un estado más amplio de percepción, de conciencia, sorprendiéndonos a nosotros mismos al descubrir una manera novedosa de encontrarnos con lo que parecía ajeno.

El arte de la fotografía visual y la capacidad de simbolización de Sylvia nos eleva a un espacio de ilusión, nos lleva a expandir nuestra musicalidad, sacudiéndonos de nuestros “lugares comunes”, de nuestras posturas “políticamente correctas”, socialmente  aceptadas o apuntaladas y nos interpela a un sonido interno distinto, a sentir desde otras zonas de nuestro self no transitadas. Una mirada que refresca, que oxigena y eleva, sí, pero también que revela la gravedad de lo que se conmina al lugar de lo imperceptible del otro. Pienso que su enfoque nos impulsa, como diría Julio Ramón Ribeyro en su prosa, a tocar otras cuerdas de nosotros como instrumentos, a vibrar desde otra música interna.

Desde el título “Unheard[1] Voices”, la artista empáticamente expresa estos dos temas: la incapacidad de oír al otro y la incapacidad de tornar lo que no podemos comprender en inaudito. Así lo no escuchado se torna rechazado, no tolerado.

El título condensa la actitud social del repudio a lo diferente. Invisibilizo lo que me incomoda y, más aún, lo devalúo. Sylvia nos lleva del odio al diferente a mirar y mirarnos diferente desde nuestro instrumento humano que, desde la voz de Julio Ramón Ribeyro, solo está tocando una sola tecla de su sensibilidad, de su enfoque, de su mirada.

Pienso que esta polifonía nos permite arribar a un encuentro más amable, más alegre con el otro y con uno mismo. El destello de colores de sus fotografías hablan probablemente de nuestros colores internos cuando uno se dispone a dejar el Odio y pasar al Amor. Reconocer al otro o redescubrirlo.

Bibiana De la Peña



[1] 1) Lo inaudito, que causa asombro, sorpresa o extrañeza

2) Que no puede admitirse, tolerarse y debe ser rechazado.